jueves, 4 de octubre de 2012

Las dos facetas de Jaime Urteaga:

Entre guitarras y muñecas
Un joven guitarrista, ganador del People Music Awards.

         Jaime Urteaga tocando guitarra.

Jaime Urteaga, el guitarrista de la banda peruana “Emergency Blanket”, nos muestra  dos facetas de su vida: la del artista que vive en un mundo bohemio y la del padre soltero preocupado por el bienestar de su niña de 6 años.  

Una hora y cuarenta y cinco minutos fue el tiempo que duró aquel ensayo al que me había invitado Jaime, el mismo día que asistí a una de sus presentaciones en un local de Barranco. Al llegar, toque el timbre y un joven de cabello corto y ondulado quien vestía unos jeans desteñidos y rasgados, un polo blanco manga corta con cuello “V” , zapatillas Converse “All Star” color crema, bastante moderno, me abrió la puerta; era Jaime.

Me saludo muy cordialmente y me invito a sentarme. Parecía ser una persona con buenos modales y que inspira buena onda, muy fresco al  hablar, bastante locuaz y juvenil; características que concordaban con su apariencia. En  sala de ensayos me encontré con muchos instrumentos, como  guitarras, batería, bajos, armónica, entre otros. Además las paredes estaban llenas, casi en su totalidad, por afiches de bandas de rock memorables y, arriba de un sofá retro,  una fotografía enmarcada: una tierna  imagen de él con su hija Azul,  que reflejaba  ese lado paterno que había indicado líneas arriba, faceta de Jaime desconocida por su público.

martes, 2 de octubre de 2012

Conocido poema de Pablo Neruda:


Poema XV
Poema  sobre un amor inalcanzable y silencioso.
            Pablo Neruda fumando una pipa.

Me  gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa basta.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.